Formación profesional para adolescentes
Madagascar | 2019
NUESTROS OBJETIVOS
Con este proyecto en defensa de la inclusión educativa, queremos ofrecer a los y las jóvenes más desfavorecidos de Tulear, una formación que les permita conseguir una adecuada integración laboral y en la vida adulta, mejorando así su calidad de vida.
Los y las jóvenes aprenden un oficio y las herramientas básicas para desenvolverse en el mercado laboral local.
NECESIDADES
En el caso de Madagascar, las estadísticas más recientes afirman que 1.377.800 niños y niñas de un total de población de 4.204.000 de entre 7 y 17 años son económicamente activos, el 11% de la de la población activa tiene menos de 15 años. El índice de escolarización es de tan solo un 25 %, del cual ni un 15% acaban sus estudios primarios.
Los menores trabajan desde los 5 años de edad, en jornadas laborales de entre 6 y 10 horas, realizando tareas propias de adultos, lo que les supone una sobrecarga física enorme, además de privarles de sus derechos de la infancia. Frente a esta situación, nuestro plan de acción es el sugerido por la Organización Internacional del Trabajo: La educación cómo motor de lucha contra el trabajo infantil.
Creemos que la escuela es la alternativa más adecuada, porque ofrece además de enseñanza, un espacio seguro y estable a los menores, cómo alternativa a sus largas jornadas laborales. Sin embargo, el abandono escolar es alarmantemente común, provocado por la falta de perspectivas de futuro, unido a los escasos recursos de la Educación pública. Por este motivo, es necesario proveerles de formación para una adecuada integración laboral a futuros.
En Tulear las cifras de abandono son del 46%, y aumentan hasta el 57% en la adolescencia, al llegar al curso de secundaria. Estos altos índices tienen que ver con las expectativas de los chicos y chicas a partir de los 14 años, que ven cómo las dificultades de la vida diaria hacen imposible que continúen en la escuela infantil, pues deben ayudar a sus familias, atender a sus hermanos, enfrentarse al matrimonio y el embarazo precoz.
Debemos ofrecer a estos jóvenes formación para una exitosa integración laboral. En esta línea, reincidimos en la inclusión educativa, proporcionándoles formación profesional en empleos comunes en la zona: electricidad, fontanería, administración, panadería, costura, además de una tutoría y acompañamiento personalizados tras su formación. De esta manera accederán a una mejor calidad de vida para ellos y sus familias; hoy y en el futuro.
RESULTADOS
A través de este proyecto pretendemos ofrecer a 40 jóvenes de la Escuela de las Salinas al menos 2 módulos formativos diferentes, acompañando el ciclo de aprendizaje con un seguimiento pedagógico y social específico para cada uno de nuestros alumnos y alumnas.
Por otro lado, todo el alumnado participa en el Programa de Lucha contra la Malnutrición que Agua de Coco puso en marcha hace 10 años. Así, se garantiza la alimentación de los chicos y chicas participantes en la formación, a través de la puesta en funcionamiento de una cantina escolar. Cada tres meses, además, nuestro equipo sanitario local visita a los y las beneficiarias y les proporciona atención médica personalizada y gratuita, procurando garantizar, así, su derecho a la salud.
PRESUPUESTO
La Fundación F. Campo ha contribuido en el proyecto con 7.000€
ENTIDAD QUE LIDERÓ ESTA INICIATIVA
Agua de Coco es una Fundación que lleva desde 1994 dedicándose a la cooperación internacional y 10 años a la sensibilización y educación al desarrollo. Su Misión es contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas desfavorecidas en los países del Sur, especialmente las mujeres y los niños, a través de la educación como motor del desarrollo sostenible.
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